Para las vacaciones, ¡aguas con la revolcada de las olas…!

Hace muchos años, una amiga me contó una anécdota de cómo le había ido en su vacación de Semana Santa y después de escucharla, me ataqué de risa imaginándome la escena y sus pormenores…

“No sabes lo bien que la estaba pasando, tomando el sol, sentada a la orilla del mar, las olas mojaban mis pies, disfrutaba la brisa del mar  y de repente llegó una ola que me dio una revolcada tremenda, casi me ahogo, ni siquiera podía nadar, trataba de salir del agua y no podía, se me cayó el traje de baño y entonces, menos podía nadar, la siguiente ola me revolcó peor y lo último que me acuerdo es que sentía que el mar me jalaba hasta que perdí la consciencia…”

Visualizar esta escena es fácil porque seguramente hemos estado en una situación similar, gozando de un día de playa hasta que llega una ola fuerte y nos da un susto tremendo… incluso hasta nos reímos de lo sucedido y estoy segura que a más de tres o cuatro, incluyéndome, ¡se nos ha perdido el traje de baño, o una parte de él!

Ahora que ya están cerca las vacaciones ¡aguas con las revolcadas de las olas!

Esta situación me recuerda cuando nadé el Canal de la Mancha… no estaba disfrutando un día de sol y playa y tampoco estaba a la orilla del mar y sin embargo, las olas me estaban revolcando una tras otra… en un momento sentí desesperación por esta revolquiza y me di cuenta que tenía que cambiar mi actitud  frente a la situación y hacer algo para parar o cambiar esta situación… al parecer, el ritmo en el que iba nadando era el ritmo perfecto para que todas las olas me revolcaran y por lo tanto,  había que modificar ese ritmo y empezar a nadar más rápido para que así las olas no me agarraran…pero primero que nada cambiar mi actitud para no permitir que la situación me afectara y deteriorara mi ánimo. Así lo hice y mi ánimo se transformó y nuevamente empecé a nadar con gusto y al cambiar mi ritmo e ir más rápido las olas dejaron de revolcarme…. Hoy puedo confirmar que cuando te estén revolcando las olas hay que hacer algo para quitarte de esa situación…. así sean las olas del mar o las olas de la vida cambiar nuestra actitud y empezar a actuar es la mejor manera de hacerle frente a esa revolquiza.

Quisiera que todas las revolquizas en mi vida fueran por olas del mar, pero en realidad las olas de la vida nos revuelcan provocando mucho más dolor y desconcierto sin embargo, para las revolcadas de las olas de la vida, actitud positiva creatividad para modificar aquello que puede ser transformado y lo que no, fortaleza y mucho ánimo y toda la fe.

Las olas revolcándome a la mitad del Canal de la Mancha
Las olas revolcándome a la mitad del Canal de la Mancha
Juntos hemos pasado por muchas revolcadas pero hoy seguimos juntos haciéndole frente a esta ola de la vida... ¡te quiero!
Juntos hemos pasado por muchas revolcadas pero hoy seguimos juntos haciéndole frente a esta ola de la vida… ¡te quiero!