Para el frío… prepara tu termostato!
Entre los aguaceros y la época del año que está a la vuelta de la esquina, ¡ya empezó el frío!
Hay que tener mucho cuidado…. el frío tiene un poder que llega a debilitar aún al más fuerte. Muchas personas se enferman cuando empieza a hace frío y para ello, hay que estar prevenidos: tomar muchos líquidos, un complemento de vitamina C, no dejar de tener actividad física pero con ropa adecuada y para ello tener un cambio de playera para después de correr o pedalear al aire libre y mantener una buena alimentación y descanso. Estos son factores que nos ayudan a que el frío no haga estragos en nuestra salud.
Sin embargo, pienso que el peor frío es que que entra a tu cuerpo y se instala en tu corazón. ¿Te ha pasado? ¿ has tenido tanto frío interno que no tienes ni siquiera la voluntad de protegerte? Este frío, pareciera que se cuela en tu vida de una manera inesperada, por una situación que se presenta en tu vida y lo que provoca es ese frío intenso que ni siquiera te permite cubrirte o protegerte…. No hay que permitir que esto suceda. Aunque la situación se coloque y te provoque sufrimiento y ese frío tremendo, protégete, ¡activa tu termostato!
Dicen por ahí, que todos, en algún momento de nuestra vida hemos sido termómetros, y es que ser termómetro es sencillo, si vivimos en momentos de crisis o presión, se nos contagia el momento y nos presionamos o angustiamos, si vivimos momentos de dificultad, vemos todo difícil y complicado y así con muchos ejemplos; sin embargo, en lugar de ser termómetros mejor hay que activar nuestro termostato interno y no solamente utilizarlo para controlar la temperatura del ambiente sino también para controlar nuestras emociones en las diferentes situaciones de vida que se nos presenten en el camino.
Dicen que para tener un buen termostato se necesitan 5 ingredientes que lo hacen funcionar de manera óptima para cada situación: fe, amor, confianza, alegría y compromiso. Cuando se acerca el frío a tu vida, protégete activando tu termostato, no permitas que el frío se instale en tu corazón y mucho menos que ese frío te provoque que tu corazón se vuelva insensible …
¡Que tu termostato te mantenga viviendo cada día con todo el entusiasmo, la fortaleza y energía que se requiera para siempre estar caliento y viviendo al máximo aún en días con frío!