Hace un tiempo, en un evento que me invitaron a compartir mi experiencia como nadadora de aguas abiertas con un grupo de estudiantes, al final de la presentación un joven se me acercó y me dijo algo que ocasionó que en ese momento se me moviera el piso, la cabeza me diera vueltas y el corazón me dolió…hoy, después de casi un año recuerdo mi contestación: “No se qué has vivido pero sí sé, que lo mejor de tu vida está por venir, y que a partir de hoy tu vida será una vida llena de bendiciones, no te caigas y no te des por vencido, lo mejor empieza hoy”…. y ese joven que se había acercado a mi sin siquiera levantar la vista del suelo, alzó la mirada y viéndome a los ojos me dijo: “así será, gracias señora” y sonrió.  Cuando me subí a mi coche, ya para irme de la universidad, me solté llorando y ese día le pedí a Dios que cada vez que tenga una conferencia pueda compartir mucha vida,  me di cuenta que es una gran responsabilidad estar ahí.

Hoy, al igual que ese joven, levanto la mirada y viendo hacia el horizonte, me digo lo mismo: “lo mejor está por venir y cada día de mi vida será un día lleno de bendiciones para mi y para mis hijos”… Sin importar lo que suceda a mi alrededor, tengo la vista fija en un objetivo, la vida es una bendición así que a ver estrellas todos los días.

Que cada día de tu vida esperes lo mejor y sea un día de bendiciones y que miles de  estrellas se reflejen en los ojos de las personas que amas.