A la deriva…
Amanecí con este recuerdo…. “Mariel está a la deriva…”
Mientras cruzaba nadando el Estrecho de Cook, justamente hace un año, la corriente me impedía llegar y después de 10 horas nadando empezó a obscurecer, me empecé a preocupar porque no llegaba a la orilla de la Isla Sur de Nueva Zelanda y cada minuto se hacía más largo y tenía que hacer un doble esfuerzo por vencer esa corriente que me alejaba del objetivo.
A los pocos minutos, cayó la noche y dejé de ver la costa, estaba nadando en una absoluta obscuridad y sin embargo, sabía que mi objetivo estaba frente a mi, aproximadamente a un kilómetro de distancia.
Al seguir nadando, aún sin ver nada, me dí cuenta que Philip que me acompañaba desde la Zodiac (lancha infalible) dejó de verme, y escuché que por radio informaba lo siguiente: “Mariel is adrift”… “Mariel está a la deriva”… y hoy pareciera que con esta situación de COVID-19, todos estuviéramos a la deriva, como perdidos en el mar de la incertidumbre y la angustia, y yo quiero pensar que así como ese día, mantuve la calma y seguí nadando hasta llegar a la orilla, que hoy todos podamos mantener la calma y seguir nadando para llegar a la orilla de sabernos sanos y cuidarnos.
Ese día, seguí nadando y después de nadar por casi 12 horas, llegué a tierra a media noche, en plena obscuridad, sin poder ver dónde estaba, mis manos tocaron las rocas lamosas cubiertas de algas y al escuchar la sirena de la embarcación que daba por válido y concluido mi nado, me quité los goggles y me dejé caer boca arriba en el mar y vi el cielo más estrellado y hermoso que he visto en toda mi vida.
Así pienso que será esa proceso, largo y complicado pero al final llegaremos a la otra orilla y podremos disfrutar de ese cielo lleno de estrellas y mientras tanto, para seguir nadando, tengamos en cuenta ese dicho Maori que yo traía en la cabeza mientras seguía nadando en la oscuridad: “Nunca estarás a la deriva porque tu semilla fue sembrada en el cielo.” Hoy ese dicho le da sentido a mi vida y me agarro fuerte de lo que encierra para seguir nadando y estar bien. ¡Te invito a hacerlo tu también!