¿Qué tal los aguaceros?

¡Increíble cómo durante el día se van acumulando nubes y de un momento a otro, generalmente por la tarde,  empieza a llover y cuando es aguacero es impresionante, pareciera que le abren la llave del agua a las nubes! A llover se ha dicho…

Los aguaceros empapan todo y hoy me tocó estar en la calle cuando empezó a llover y no tuve tiempo de correr a resguardarme simplemente, en lo que caminaba al lugar al que me dirigía, el cielo completo se me cayó encima y me empapó!

Fueron escasos tres minutos que estuve expuesta a la lluvia y terminé como si me hubiera metido a nadar vestida….pero más allá de cómo terminé de mojada, textualmente empapada, este aguacero que me cayó encima fue un aguacero muy especial….

La lluvia me recordó que en medio de la tormenta no hay que perder la calma pero también me recordó que en medio de la tormenta hay algo que me sostiene, por una parte me empapa y me moja pero por otro lado me sostiene, como el amor…..por una parte el amor me empapa y también es mi fortaleza cada día. Así como el agua de hoy me despabiló, me sorprendió, pareciera que también me limpió,    me hizo reaccionar y terminé disfrutando la lluvia, así idéntico es el amor, nos despabila, en ocasiones nos sorprende, nos limpia el corazón, nos hace reaccionar y disfrutar cada momento. Así como el agua es vida, el amor también! 

Agradezco el aguacero que me empapó el día de hoy, me llenó de energía y de fortaleza, y me inundó de amor, un amor muy especial que me sostiene y me anima a seguir pero que al mismo tiempo al inundarme me permite compartirlo y así yo, empapar a otros con mi amor, como un aguacero de amor que permita dar energía, fortaleza, hacer reaccionar y disfrutar cada momento de vida.