Un paso más para Tsugaru…
¿Qué me pasa?
Me estoy muriendo de hambre….
Para todos los que practicamos un deporte, comer sano y balanceado se vuelve parte de nuestra rutina diaria, sin embargo, para mi, después de nadar, se me olvida que existe eso de balanceado… porque me da tanta hambre que desaparece el balance en mi vida y me podría comer una tonelada completa de comida…
Con esto en mente, después de la nadada de cinco horas y cacho en Alchichica, he tenido algunos puntos a considerar, uno de ellos, derivado de los análisis médicos que me realizó la Dra. Ariadna del Villar durante el nado en Alchichica y otro derivado del hambre que me da después de nadar…
¿Qué dice la parte médica? Que metabólicamente mi cuerpo está funcionando bien y conforme a lo esperado, durante los nados largos, es decir mi glucosa se mantiene a nivel, los triglicéridos se convierten en fuente de energía y el desgaste de mi cuerpo es natural por el consumo de energía que se realizó durante un nado de más de 5 horas a 15 ºC. Todo esto me parece bien y mis estudios médicos me indican que voy por buen camino aún y cuando tengo que incrementar mi entrenamiento de fuerza para fortalecer articulaciones y evitar lastimarme.
Por lo que hace a tener hambre, “es natural tener hambre después de hacer ejercicio sin embargo, cuidado con dejar que se desboque… comer atravancadamente y a todo lo que da, porque entonces se pierde el balance”…. cuando escucho esto, me ataco de risa, ¡soy una desbocada y atrabancada y sigo hambrienta!
Un tip para tratar de controlar al monstruo …al terminar tu entrenamiento, antes de iniciar cualquier otra actividad, toma un jugo de verduras o de jitomate con alguna otra verdura, esto ayuda a nivelar el potasio en tu cuerpo y te aporta energía, esto debe ser casi inmediato o dentro de los 5-10 minutos de haber finalizado tu sesión de entrenamiento. Posteriormente, después de bañarte o cambiarte, come proteína y carbohidratos no azucarados y un poco de fruta. Lo que es muy importante es reponer la energía a tu cuerpo lo más rápido posible.
Poco a poco, el incremento del kilometraje de nado semanal para prepararme para el Estrecho de Tsugaru, ha hecho que el consumo de energía también se vaya incrementando y lo importante es no desgastarme y tener la energía suficiente para todas las demás actividades del día.
Un nado como el del Estrecho de Tsugaru es un gran evento deportivo y por eso, cada detalle durante la preparación cuenta y cada paso se vuelve un paso importante.
El sábado nadé 3 horas 28 minutos en Valle de Bravo, cuidando no solo mi eficiencia en el agua sino también mi alimentación y hoy amanecí sin dolor de hombros o cuello y con energía suficiente lo cual me da mucho gusto. Gracias Nora, Sandra, Noemí, Alex, Carlos, Ricardo y Lalo por compartir un día increíble !