Un preambulo de mi libro "Días Azules"

Comparto con ustedes un preámbulo de Días Azules, a publicarse próximamente.

El 12 de agosto del 2011, nadé el Canal de la Mancha y el día de hoy lo sigo celebrando. Cuando llevaba 9 horas nadando, mi cuerpo estaba al límite; tenía mucho frío, en cada brazada los hombros me pesaban mucho. La lengua y la garganta las tenía tan hinchadas que respirar me dolía. Los ojos rojos e irritados por el agua de mar que se me filtraba en los goggles me lagrimaban y me ardían y estaba tan cansada por el esfuerzo que sentía taquicardia. El viento soplaba tan fuerte que provocaba olas que constantemente me revolcaban y me desviaban del objetivo, la corriente me empujaba hacía otra dirección y cada brazada me sentía más cansada y más lejos de llegar a la costa francesa.

Cuando me detuve a las 9 horas y media para tomar mi abastecimiento, con lágrimas en los ojos y con mucho dolor, lo dije…..!Ya no puedo más! Tomé mi bidón con ambas manos como para tratar de calentarme un poco e intenté dar tragos pequeños para que el dolor fuera menos intenso. De la lancha escuché palabras de aliento para que continuara y decidí intentarlo media hora más.

En esa media hora hice referencia a todo lo que me había llevado a estar ahí en ese momento, en la mitad del Canal de la Mancha, y recordé que el gusto por nadar aguas abiertas ha sido parte de mi vida como nadadora… he participado en varios eventos de esta naturaleza tanto como parte de un relevo, como fue el Cruce Cuádruple al Canal de la Mancha y el Cruce Doble al Estrecho de Gibraltar como parte del relevo Sport City México así como nados individuales como el Maratón de Nado alrededor de la Isla de Manhattan.

También recordé que cada nado ha sido un viaje especial. He recorrido muchos kilómetros nadando y cada uno de ellos implica una travesía por lugares increíbles. He viajado nadando por mares, ríos, lagos; he atravesado tormentas, vientos enfurecidos, lugares mágicos y aguas de todos los tonos de azul que existen. En ocasiones he nadado sola pero también, he tenido la fortuna de nadar acompañada por mi hijo Eduardo, amigos muy queridos y aguamalas, delfines y lobos marinos.

Recordé que nadar el Canal de la Mancha había surgido como un sueño y una complicidad compartida con mi papá, sentí el amor y apoyo de mis hijos Eduardo y Andrea y de mi familia; el entusiasmo y cariño de amigos con los que compartí desde el día uno este proyecto. Reviví muchos kilómetros nadados durante mis entrenamientos…en el carril y en aguas abiertas y también la emoción que sentí al leer la carta de Fundación Alfredo Harp Helú, A.C., confirmando su apoyo a mi cruce mediante un donativo para equiparar cada kilómetro nadado a una cirugía para un niño con labio yo paladar hendido a través de la Clínica BRIMEX,…..recordé la carita de tantos niños que han logrado sonreír gracias al trabajo de los médicos de la Clínica y me di cuenta que no estaba nadando sola…estaba nadando acompañada de un gran equipo y eso me fortaleció y me inyectó la gasolina que necesitaba para poder terminar.

Nadé 5 horas más y terminé casi a media noche, después de nadar 14 horas y 33 minutos. La Federación de Pilotos y Nadadores del Canal de la Mancha, emitió un certificado que valida mi nado y el día de hoy lo celebro y lo comparto con mi equipo…. Mi familia, mi casa Sport City, con Quiero Sonreír, con Fundación Alfredo Harp Helú y con Centro Médico ABC, Brimex Clínica de Labio y Paladar Hendido. Gracias por haberme fortalecido. En este cruce al Canal de la Mancha no solo nadé 57 kilómetros para llegar de la costa Inglesa a la costa Francesa y con esto lograr 57 cirugías para niños con labio y o paladar hendido, además de nadar, aprendí a tejer y trenzar….dejé de ser un hilo suelto para formar parte de un tejido fuerte que ha logrado transformar la vida de muchos niños.

Las cirugías se comenzaron a realizar a partir de enero y el día de hoy además de celebrar, me estoy preparando para continuar con este tejido maravilloso que transforma vidas.

En pocos días intentaré hacer un cruce a nado al Canal de Catalina, 34 kilómetros de la Isla Catalina a la costa de California. Una aventura más en mi vida, un nado que completará la Triple Corona de Natación de Aguas Abiertas y muchas sonrisas más.