A veces, el primer paso es el más difícil. Cuando no sabemos hacer algo pensamos que empezar o aprender puede resultar complicado y en ocasiones, hay personas que prefieren ni siquiera intentarlo, por ahí dicen….¡mejor ni le muevo!

Sin embargo, dar ese primer paso, aún con algo de temor, miedo o duda, nos aníma y llena de confianza para dar el segundo y después el tercer y continuar así muchos pasos más. Así nos pasa cuando nos animamos a dar el primer paso para empezar a hacer ejercicio o actividad física después de una vida o un periodo largo de ser sedentarios… yo me acuerdo hace casi 13 años cuando regresé a nadar después de haberlo dejado durante algún tiempo, convencerme para dar la primera brazada me costó muchísimo, y hoy, esa primera brazada se convierte en la más importante que he dado en toda mi carrera de nadadora.

Algunos tips para los que se están animando a empezar:

1.- No lo dudes, la duda hace mucho daño, mejor anímate a dar una caminata o correr unos cuantos minutos y luego caminar otros e ir alternando, empezando poco a poco y suave, disfrutando de cada paso que des.

2.- Si ya diste el primer paso, ¡da el segundo!

3.- Si durante una semana logras tener tres días con actividad física, ya sea caminata, algo de carrera, subir y bajar escaleras, brincar la cuerda un rato o algo similar habrás dado un gran primer paso, si te mantienes así un mes, se volverá parte de tu rutina diaria y verás cómo cada día te vas a sentir mejor y con ganas de continuar y seguir por ese camino.

Yo empecé un día, en una alberca pequeña y para el tercer día, me sentía como foca dando vueltas en un estanque pero feliz de haber empezado…mis brazadas en el agua se han convertido en brazadas de fortaleza, de compromiso, de éxito, ¡así deseo que tus pasos formen parte de un largo camino de éxito!

Animo para el primer paso, a darlo y disfrutar lo que vendrá…

Mariel