Aquél que abre un camino, no es para sí, es para que ese camino, lo caminen otros…”

Ayer, la firma Mont Blanc México me entregó un reconocimiento, el Trofeo Mont Blanc para la Mujer que abre Camino. Apenas unas 24 horas después de la entrega del reconocimiento,    estoy cayendo en cuenta de la importancia de este premio para mi carrera de nadadora de aguas abiertas con causa. He pensado en que hay tantas mujeres mexicanas que conozco que merecerían este premio y muchos más, que me cuesta trabajo ver el trofeo en mi casa y sin embargo, cuando lo veo sonrío y el corazón me da un vuelco de emoción!

Las mujeres que estaban nominadas en mi categoría tienen todo mi respeto y admiración y estoy segura, que ellas, al igual que yo, sueñan con los ojos abiertos, venciendo y desafiando obstáculos cada día para hacer sus sueños realidad y de esta forma, han logrado estar en la cumbre de su carrera,  a ellas Elisa Carrillo, Carmen Boullosa y Dayana Pimentel, mi admiración.

Yo seguiré abriendo caminos…que sirvan de plataforma para muchas personas; para que los que pasen por ahí,  den pasos firmes, pasos de buena voluntad, pasos de fortaleza y solidaridad, para que la gente que pase por esos caminos siempre vea hacía adelante con la motivación e intensión de dar siempre lo mejor de sí, de trabajar y esforzarse por poner un granito de arena en favor de alguien que lo necesite y que esos caminos inspiren a lograr los sueños de muchos más… así, con esto en mente, seguiré trabajando cada día para seguir abriendo caminos.

Gracias  Mont Blanc México por esta motivación para seguir trabajando y por inspirarme a que mis brazadas en el agua logren más sonrisas a través del proyecto Quiero Sonreír.