Un poco de viento, ¡trajo mucha vida!
¿Mamá, qué pasa?
Es el viento….
Es una tormenta o un aguacero?
No, es viento…
¡No lo veo!
Así es el viento, como el de los últimos dos días en la Ciudad de México, no se ve pero ha hecho muchísimo, … trajo muchas nubes de todas las formas y tamaños, incluso colores y pareciera que hasta de diferentes texturas, nubes que me renovaron la creatividad y me recordaron que cada momento es mágico, como ellas, que con el viento cambian de forma y pareciera que se transforman constantemente pero sin dejar de serlo… escuché el sonido de viento durante la noche y me recordó que a veces oímos pero no escuchamos, buscamos sonidos y las personas nos hablan pero no estamos ahí y sin embargo, escuchar el viento me recordó que el que escucha crece y es paciente ….lo sentí, con una fuerza impresionante, no es como si alguien me empujara, era el viento el que me empujaba, tal cual, casi lo podía tocar, y sin embargo no lo he visto… solo vi algo maravilloso que trajo a mi vida estos días, una promesa de amor y una sonrisa de la vida… ¡el arcoiris!
El lunes visité la Clínica de Atención Integral del Labio y Paladar Hendido y la sonrisa de tantos niños que se atienden en este lugar me recordó todo lo que hace el viento… un poco de creatividad, mucha paciencia, un empuje impresionante de compromiso y esfuerzo y muchísimo amor han logrado transformar la vida de muchos bebés para poner un hermoso arcoiris en su rostro, un arcoiris en forma de sonrisa.
Porque tu vida, es importante para mí y tu sonrisa una bendición… espero que mis brazadas en el agua sigan salpicando muchas gotas para seguir formando muchos arcoiris en la vida de otros!