¡A veces la vida nos sorprende!

Hace algunos meses, leí esta frase y pensé en las que he tenido en mi vida, principalmente en las dos sorpresas de amor que han ido creciendo junto a mi, mis hijos Eduardo y Andrea y es que ser su mamá ha ido sorprendiéndome día a día, ¡es un privilegio! Sin embargo, por ahí dicen que la sorpresa no llega sola, hay que buscarla o al menos querer tenerla, es decir tener la ilusión de que aparezca una sorpresa en tu vida.

Yo pienso que en la medida en que estamos dispuestos a cambiar, a permitir una transformación en  nuestra vida,  a salir adelante de cualquier situación que estemos viviendo, a aprender y probar nuevas oportunidades,  la vida nos puede sorprender y además, estoy segura que serán sorpresas para bien, para crecer, para fortalecernos, y para caminar cada día en el rumbo correcto para cumplir nuestras sueños.

A veces, la vida duele, sí, y a todos eventualmente nos ha sorprendido la vida con dolor y sufrimiento sin embargo el dolor pasa y termina y hay que seguir adelante, y en este sentido, yo pienso que bastante complicada es la vida en ciertas circunstancias, que en la mediad en que esté en nuestras posibilidades, hay que decidir vivir sin dolor, sin sufrimiento buscando cada día la manera de dejar transformar nuestro vivir para ser felices.  No hay que cargar peso extra que nos duela, sino dejar ese peso de sufrimiento y dolor para caminar ligeros hacia nuestros sueños y en ese camino ir  sonriendo nuevamente.

Por ahí dicen que la vida es lo que te sucede mientras estás planeando lo que quieres que suceda, y es tal cual, mientras tu estés buscando la transformación, a través de planes, opciones, cambios, es cuando la vida nos sorprende y nos llena de ilusión para seguir adelante.

No te estanques, no te quedes en el mismo lugar, no tengas miedo de cambiar y transformar tu vida. Decide  hacerlo de tal manera que  seas libre de todo aquello que te ata o te detiene. Busca siempre la verdad que te llevará a sentirte pleno para poder sonreír cada día.