Un nuevo sueño para compartir mucha vida…
La semana pasada, me informaron que ya no hay libros Días Azules impresos. Habrá que hacer una segunda edición. Me tomó por sorpresa porque esto quiere decir que hay tres mil libros Días Azules volando por muchos lugares. Esa era la idea, que Días Azules volara muy alto y llegara a muchas personas.
Cuando estaba escribiendo Días Azules, jamás me imaginé que pudiera volar tanto e inspirar la vida de tantas personas. He recibido comentarios increíbles de muchos que lo han leído y que ha servido de inspiración para trabajar por sus sueños y hacerlos realidad.
Hoy, estoy en una situación en la que tengo que tomar una decisión entre dos opciones básicamente: la primera dar el banderazo de salida para la segunda edición de Días Azules y la otra es esperar un poco y terminar el segundo libro que estoy escribiendo y que contiene la historia de mis nados posteriores a la Triple Corona de Nado en Aguas Abiertas: el Canal de la Mancha, el Maratón de Manhattan y el Canal de Catalina, que precisamente terminé en 2012; es decir, en el nuevo libro escribiré la historia de mis brazadas desde 2013 y hasta estos días.
La decisión es mía…, como tantas otras elecciones que he tenido que tomar en estos ultimo años de mi vida, algunas correctamente y otras no, pero al final todo el proceso de elegir me lleva a una conclusión: aún y cuando muchas olas me han revolcado fuera del agua y me han marcado con mucho dolor, he decidido no sufrir por ello y seguir mi vida dando brazadas para perseguir mis sueños.
Uno de esos sueños es el Estrecho de Tsugaru en Japón. Estoy a escasas tres semanas de estar parada en la playa de Tapizakki en la prefectura de Aomori, punta norte de Honshu (isla principal de Japón), para intentar nadar hasta el cabo Matsumae en Hokkaido (isla norte de Japón), en donde se encuentra Sapporo. La distancia es de aproximadamente 25-30 kilómetros. Mientras muchas personas crucen Tsugaru en el tren bala Shinkansen, recién estrenado, yo iré nadando, dando brazadas hasta llegar a la otra orilla. Los que viajen en tren tardarán escasos 40-50 minutos en recorrer los 148 kms de la ruta atravesando el túnel subterráneo más largo del mundo que mide 54 kilómetros, y a mi, me tomará muchas horas hacer el cruce… ¡pero no lo cambio por nada!
La decisión está tomada, el final de mi segundo libro será el sueño del Estrecho de Tsugaru y por tanto, habrá que esperar para hacer la segunda edición de un libro, que tendrá un nuevo nacimiento y que va a contener dos en uno. La intención es que este libro cuyo título lo estoy pensando, sea para inspirar a muchas más personas a seguir adelante no obstante los obstáculos que la vida te ponga, que sin importar cuántas veces te caigas, cada vez te levantes y sigas adelante y que la vida es un sueño que hay que vivirlo al máximo.
Me emociona muchísimo el Estrecho de Tsugaru y me emociona más este sueño de ¡un nuevo libro, para compartir mucha vida!