¡Bienvenido 2019 con su magia especial!

A principios de noviembre, amanecí con la noticia de que había sido nominada, junto con Nora Toledano, por la World of Open Water Swimming Association para recibir el reconocimiento por el “Performance of the Year”,  o el mejor desempeño del 2018 por nuestro nado en el Estrecho de Tsugaru que hicimos en julio pasado, estableciendo un récord femenil y el segundo mejor tiempo de toda la historia de cruces en el estrecho.

La nominación tuvo un gran impacto en mí. La forma de ganar el reconocimiento es mediante la votación que se hace en el link de la WOWSA.  Así que, con todo el entusiasmo comencé a trabajar para solicitar a amigos y conocidos el votar por nosotras.

El primero de enero se anunció el resultado de la votación y al conocerlo, me entristecí mucho, leer la noticia me partió el corazón, pensé que se me pasaría pronto pero no fue así, pasaron algunas horas de la mañana y seguí muy triste. Estaba en Ixtapa y me había despertado muy temprano con la emoción de conocer si tendría o no el reconocimiento, en cuanto abrí los ojos busqué mi celular y ahí estaba el resultado, los cerré nuevamente fuerte tratando de no pensar en ello pero no pude, sentí una enorme ola de tristeza que se apoderaba de mí.   Aún y cuando mi mente racional entendía la situación, emocionalmente estaba cada momento más triste y me fui al mar, a nadar un rato para sacar la tristeza nadando; de hecho, nadé un corazón gigante en el agua y cuando salí del mar, ¡me sentí mejor!

Si obtenía el reconocimiento, junto con Nora, porque la nominación era para las dos, para mí tenía un significado muy particular; el reconocimiento no iba a ser para mi, sería para las personas que han vivido mi peor yo, cuando estoy agotada al final de la semana y sufren mi cansancio, mi falta de sueño por entrenar, cuando me angustio por pensar si seré capaz de lograr el nado, mi ausencia por estar entrenando, mi irritabilidad, cuando les comparto mis entrenamientos y sus detalles como si a ellos les interesara,  el pensar en mis nados y hacerlos parte de mi día cotidiano, en fin, solamente Andrea, Lalo y mi mamá han vivido esta parte y yo quería entregarles a ellos ese reconocimiento para agradecerles el ser parte de todo lo que significan mis nados, y todo es todo, lo bueno y lo no tan bueno, pero que al final mi familia es mi motor.

A todos los que votaron, mi agradecimiento infinito. Gracias por haberme ayudado a agradecer pero también, gracias por apoyarnos, un abrazo para todos con mucho cariño.

Andrea, Lalo y mami, acepten mi reconocimiento por su apoyo y por ser el motor de mi vida. Gracias por su amor y por vivir mis nados conmigo, quisiera haberles entregado ese reconocimiento de WOWSA por el Performance of the Year, como una manera de agradecerles y de que sepan que cada brazada va con todo mi amor.

A media tarde del primero de enero, platiqué con una amiga y se me fue pasando la tristeza, reflexioné en torno a todo esto y dos cosas me quedan como resultado de esa plática: he disfrutado el camino de cada uno de mis nados y ningún reconocimiento de ningún tipo me quita o cambia eso, y así seguirá siendo, porque estoy segura que 2019 traerá nados nuevos y aventuras increíbles y además, este año, mis nados nuevamente traerán muchas sonrisas, voy a nadar para cirugías para niños con labio y paladar hendido, para continuar con un legado de mi papá, poner un granito de arena para transformar la vida de muchas personas.

Así que, ¡bienvenido 2019 con muchos nados y sobretodo, con esa magia que permitirá transformar la vida de muchos niños para sonreír!