El secreto de una buena caminata

Corazón de Mar, mis mejores pasos por la vida…

Ayer en la tarde, en medio del aguacero de la Ciudad de México, mientras manejaba camino a mi casa, pensé en la cantidad de veces que una lluvia, casi chubasco-tormenta, como llueve en este lugar del mundo, transforma la vida de toda una ciudad. Pensé en los últimos cuatro años de mi vida, en los aguaceros y tormentas que me han tocado vivir. En ocasiones esos aguaceros, provocan desajustes de horarios y cambio de planes y justo ayer, quería caminar en la tarde con mi perrito y pensé que tendría que cancelar ese plan.
Parecía que la lluvia no paraba sin embargo, un par de horas después, aún con las calles mojadas y neblina, empecé mi caminata del día con Milo y mi hijo Lalo.

He descubierto, que no sólo mi cuerpo, sino también mi cerebro, agradece las caminatas y es que, si bien caminar es de beneficio físico, y una excelente forma de activarnos, una caminata nos ayuda a pensar mejor las cosas, a reflexionar, plantearnos objetivos y entre otros, buscar soluciones a los problemas que enfrentamos. Por ahí dicen, que una buena caminata te ayuda a para pensar en todo, lo bueno y lo no tanto, y para agradecer. Ayer, encontré una más, la mejor del universo, mientras caminábamos, Lalo, y yo empezamos a platicar, al principio parecía una conversación monosílaba pero poco a poco, Lalo comenzó a compartir un poco más, me dijo cómo había ido su día, y me preguntó por el mío, me compartió algunos proyectos para la próxima semana y algunas de sus inquietudes y la comunicación empezó a fluir.

La caminata continuaba, y me dí cuenta que verdaderamente platicábamos, ninguno de los dos con el celular en la mano, incluso ambos compartiendo situaciones que probablemente de otra forma no lo hubiéramos hecho. Caminamos poco más de tres kilómetros, respirando la humedad de la lluvia y disfrutando la tarde, Milo sin cansarse, seguía nuestro paso y lo mejor de todo, la cercanía que esta caminata generó entre nosotros.

Cuando a veces la comunicación parece tan complicada, lo que logra una caminata…Gran descubrimiento, caminar con tus hijos adolescentes, una forma de compartir y de comunicarnos…