Poder Sonreír

Poder Sonreír

Hoy en la mañana, escuché un comentario que me entristeció mucho y me dejó muda y sin saber qué contestar. Todo el día he pensado en esas palabras….‟solo una loca nada 14 horas”…

 

El tono del comentario fue tan despectivo que solo me volteé hacia otro lado y sin que nadie me viera  agaché la cabeza y se me salieron las lágrimas.

 

¿Qué hay atrás de esas 14 horas? Muchísimas en el agua que conllevan un gran esfuerzo y una dosis especial de constancia y disciplina. Miles de kilómetros de entrenamiento y cuando digo miles es real, casi 2,000 kms de natación en dos años, un poco de pesas, bici y hasta correr que al principio me torturaba y ahora he aprendido a disfrutarlo. Unos kilos de más como protección para el agua fría, baño con agua fría diario, un día a la semana una hora de tina con hielo. Días llenos de actividades y adicional a ellas el entrenamiento y cansancio. Hijos, trabajo y casa. Angustia y miedo previos al día del evento y todo eso sin sufrirlo sino disfrutándolo, inclusive la etapa de angustia, trabajando con la cabeza para ahuyentarla y mantenerse en paz.

 

Pero cuando veo para atrás y visualizo todo lo anterior y recuerdo los amaneceres tan hermosos que disfruté, las miradas de apoyo y cariño, las vistas de las carreteras tan espectaculares, los pequeños obsequios que me dieron como un pan en forma de corazón, la compañía de amigos durante los entrenamientos y el cariño de mis hijos y su apoyo y lo que más me conmueve,  la carita de los niños con labio y-o paladar hendido que han sido tratados gracias a mi locura…me doy cuenta que Dios escoge a personas especiales para hacer coas que para otros parecerían una locura.

 

Después de esta reflexión, volteo al cielo, y digo Gracias porque lo que hago que para unos es locura para otros es poder sonreír.