Nadando en el Nevado de Toluca

El primer encuentro con agua a 13 grados me desanimó mucho pero al mismo tiempo hizo que me aplicara en el tema. Empecé a bañarme con agua fría, al principio con agua tibia y poco a poco mas fría hasta que abrí la llave del agua fría sin tocar la del agua caliente. Mi cuerpo empezó a acostumbrarse a la sensación del frio. De premio me daba chance un día a la semana agua caliente…terminó siendo agua tibia ya que caliente me hacia el efecto de quemarme y me daba sueño después de bañarme. No volví al lago de los perros osados sino hasta marzo, ya que en diciembre, enero y febrero mi amiga me comentó que el agua estaba por debajo de los 10 grados centígrados. Demasiado frio!

A mediados de marzo regresé al lago y sin tanto dolor y con mucho mas confianza pude nadar una hora! Un gran adelanto!!

En abril, mi coach, el profe Aznar que me entrenaba en esa época me propuso ir al Nevado de Toluca… De primer momento no entendí a qué…y cuando me explico que había dos lagunas en lo que había sido el cráter me puse verde del susto!! A nadar en una de las lagunas del Nevado de Toluca a 4,000 metros de altura y con el agua abajo de 10 grados, me pareció una locura!

Evidentemente había que llevar a cabo la locura! La idea era experimentar un shock de frio. Es decir que mi cuerpo sintiera lo que realmente es frio para que dejara de quejarse por estar en el agua entre 15 y 18 grados. Entender la teoría era muy fácil…la practica, no tan sencillo! El día de mediados de abril, plena primavera, que escogimos para ir al Nevado, amaneció nublado y conforme subíamos por la carretera empezó a llover aguanieve…yo pensé que el nado se cancelaría pero me equivoque!

Recuerdo estar parada a la orilla de la laguna en traje de baño y crocs y unas personas que estaban en el lugar pidiéndome que sonriera para una foto…obvio no podían creer que me iba a meter al agua!! Sonreí para la foto y casi congelada empecé a caminar para meterme al agua…uff efectivamente fue un shock de frio!! El agua estaba a 7 grados! Todo el cuerpo me dolió y a los dos o tres minutos dejé de sentirlo, como si se me hubieran anestesiado. Comencé a nadar pero no metí la cabeza a agua, estaba demasiado fría. Al poco tiempo me anime a sumergir la cara en el agua y la saque rápido, me dolieron hasta los dientes!  El Profe me preguntaba si estaba bien y no podía hablar… Ese es un efecto de la hipotermia.. La sangre de tu cuerpo se enfría tanto que aunque uno trate de generar calor nadando, puede causar problemas cuando llega al cerebro a una temperatura no adecuada. Evidentemente, la idea era no tener problemas de este tipo, simplemente experimentar el shock de frío y así fue. A los 15 minutos salí del agua, con ayuda me sequé y me puse ropa caliente. En esta ocasión, la temblorina me duró casi una hora pero al poco tiempo recuperé calor y más cuando de regreso nos paramos en un puesto de quesadillas y me comí unas riquísimas!!

Este entrenamiento lo hice con mis compañeros del relevo Sport City México entrenando para el Cruce Cuádruple al Canal de La Mancha, yo creo que todos recordamos el frío y las quesadillas!