Empezando 2017.. con revolcada de ola y nado contra-corriente…
Ahora sí que el inicio del 2017 nos está revolcando la ola y vamos a empezar el nado contra-corriente….
Muchas personas aún siguen de vacaciones o bien no han regresado a sus actividades ordinarias como trabajo y/o estudios, aún no llegan los Reyes, y la situación se ha complicado de una manera que no imaginábamos… por una parte, el alza de precio en la gasolina e hidrocarburos y las consecuencias que esto conlleva, el anuncio de cambios en el gabinete presidencial y los actos de protesta que se han convertido en actos de vandalismo que no solo dañan sino que atemorizan a muchas personas… estamos empezando el año con una revolcada de la ola y nadando a contra- corriente.
Hace apenas una semana, el 28 de diciembre, nadé seis horas, en la bahía de Acapulco, como parte de un entrenamiento para un proyecto de natación que está planeado para julio de este año. La idea era iniciar el nado a las 16:00 horas, y tal cual, empezar con viento, oleaje y nado contra corriente. Los primeros minutos en el agua me costaron trabajo, adaptarme al oleaje provocado por el viento y a nadar contra corriente desde el inicio fue parte del desafío del entrenamiento ya que uno piensa que siempre el inicio de un nado el mar va a estar “planito”, “tranquilito”, y cuando al inicio de entrada empezamos con condiciones complicadas, hay que hacer mucho trabajo mental para ir concentrada en ser eficiente y mantener el ritmo de nado todo el tiempo.
Las primeras dos horas pasaron rápido e inclusive, tuve compañía en el agua, mi hijo Lalo nadó un buen rato, forzándome a ir un poco más rápido de mi ritmo normal, sin embargo, al hacerse de noche, Gela quien fungió como autoridad durante el entrenamiento, decidió que solamente nadaría yo las horas nocturnas para evitar riesgos. Las cuatro horas restantes, fueron una prueba complicada, el viento no disminuyó lo que provocó que el oleaje continuara y parte del recorrido lo hicimos buscando que tuviera corriente en contra. No tuve problema de temperatura ya que el agua no estaba fría, las paradas para hidratación fueron rápidas y lo que si, es que hubo mucho tráfico de embarcaciones; algunas de ellas durante la noche navegando sin luces, lo cual implicaba un riesgo importante. De aguasmalas, ¡estuvieron muy tranquilas!
Durante el nado, pensé mucho tiempo en todo lo que significaba estar entrenando en condiciones complicadas, asumiendo que esto ayudará para el día del evento, iba concentrada en ir nadando de manera eficiente, de ir contenta y disfrutando cada brazada y sobretodo, de trabajar mentalmente en que nadar contra corriente y con oleaje, se convierta en una constante en mis nados de tal manera que no “sufra” estas condiciones sino que inclusive las pueda disfrutar. Al terminar las seis horas, salí del agua ¡contenta!
Hoy, estoy re-viviendo mucho de lo que sucedió durante el entrenamiento, dándome cuenta que este año no empezó “planito” ni “tranquilito” sino con revolcada de ola y nado contra-corriente, lo cual, me lleva a la conclusión de que tendremos que aplicar fuera del agua y para estos momentos complicados el no “sufrir” las condiciones adversas, ir dando brazadas una a una, sorteando las olas y ser muy eficientes en nuestros trabajos y actividades para que podamos seguir disfrutando los nados de este 2017 y realizando nuestros sueños.
Para todos, en medio de la revolcada y la nadada contra-corriente, mucha concentración, teniendo claro el objetivo y mucha eficiencia en cada una de nuestras brazadas…