Polvo de estrellas para mi nado en Japón…
Paco llegó a trabajar, me vio nadando y me dijo: “Mariel ayer Domingo cuando me fui, estabas nadando y hoy que llego, sigues nadando, … pues que no has pardo?”
Paco es un profesor de natación que da clases en la alberca del edificio en el que vivo. Ayer cuando se fue de la alberca por ahí del medio día yo estaba nadando, nadé 6,400 metros y claro que con esta distancia me pasé casi dos horas en la alberca y hoy en la mañana, cuando Paco llegó, yo ya estaba otra vez en el agua, haciendo 4,000 metros… y es que hace unos días, ¡amanecí con una gran sorpresa!
Hace un tiempo escribí que, no obstante las dificultades del día a día, y en mi caso, la etapa tan dolorosa por la muerte de Eduardo mi esposo, había que seguir soñando, la vida sigue y para mis hijos Eduardo y Andrea y para mi, cada día se ha vuelto una nueva oportunidad para pensar en nuevos retos y metas que nos mantengan dando brazadas por esta vida. Hoy, este texto lo recuerdo con claridad y me lo apropio para “vivirlo” cada día. Con esto en mente, a finales del año pasado, comencé a soñar en un nuevo nado que implicara un gran reto para 2016… y así, durante las vacaciones de fin de año que pasé unos días en Acapulco, entrené muy temprano en la mañana, unos 4 kms en la bahía, y estaba tan bonito el cielo y sobretodo el mar, que hasta me dieron ganas de irme a Japón nadando.
Hoy, ese sueño está tomando forma, la sorpresa con la que amanecí hace unos días es que Ocean Navi Association de Japón, me despertó con la noticia de que ¡ya autorizaron mi nado al Estrecho de Tsugaru, en Japón, para septiembre 2016!
Tengo poco más de 6 meses para soñar con el Estrecho de Tsugaru todos los días, pero soñarlo con los ojos abiertos, entrenando cada día para hacer realidad este nado, trabajando mucho más, para poder tener los recursos necesarios para esta gran aventura, y sobretodo, poner todo mi esfuerzo en miles y miles de brazadas que daré para que nuevamente este nado pueda contribuir de una manera, en transformar la vida de muchas personas a través de Quiero Sonreír.
Después de mucho tiempo, los planetas se están alineando, y dicen por ahí que, cosas buenas pasan cuando esto sucede. Yo creo que con esta noticia de mi nado en Japón, no solo voy a entrenar miles de brazadas en la alberca, muchísimos kilómetros en el mar, sino también, tendré que entrenar por todo el universo, para conseguir un poco de polvo de estrellas que me sirva para soñar y que lo sople al mar durante mi nado en Japón.