Derribando los muros que me impiden seguir creciendo

 

Han pasado 27 años y hoy amanecí con esto en la cabeza…

Todavía recuerdo la noche en la que estaba  sentada frente a la tele, cenando con mis papás y mi hermana y escuchar ¡la mejor noticia que había escuchado en toda mi vida! “Jóvenes alemanes derribaban el muro de Berlín”… Lo sentía tan cercano, como si fuera un muro que alguien hubiera construido frente a mi, para impedir mi camino. Sentía como que aquéllos que golpeaban el muro eran mis amigos, cada golpe lo daba yo también; y parecía como que cada sueño que se veía reflejado en la mirada de tantos jóvenes, era mi sueño.

No pude dormir en toda la noche y al día siguiente, no sólo se confirmaba la noticia sino que en los diferentes periódicos podía ver las imágenes de lo que había sucedido el día anterior en Berlín. Recuerdo que llegué a trabajar, a un despacho de abogados en el que trabajaba como pasante, y en todo el día no pude concentrarme, quería saber más, quería saber si efectivamente ya no existía ese muro que representaba tanto odio, represión y tantos sueños coartados.

Pasaron algunos días y las buenas noticias continuaron, no solo caía el muro de Berlín sino todo un sistema político y yo seguía eufórica, recuerdo que el lunes siguiente llegué a un Sanborns antes de las 7 de la mañana para compar la revista Time y leer todo lo que había pasado. A los pocos meses, julio de 1990, tuve la oportunidad de hacer un viaje a Europa con mi mamá y mi hermana Aline, y claro que mi objetivo principal era visitar Berlín.  No solo tuvimos la suerte mi hermana y yo de poder ir al Concierto de The Wall- Pink Floyd Live in Berlin, que ha sido uno de los conciertos de rock más impresionantes de toda la historia, al recrearse durante el mismo la película The Wall y con la participación entre otros de artistas como Roger Waters, Sinead O’ Connor, Brian Adams, Scorpions y muchos más.  Para mi, haber estado en ese concierto ha tenido un significado muy impresionante en mi vida, conocí a jóvenes de mi edad que habían vivido del otro lado del muro y nunca habían escuchado música y esa noche no solo nos encontramos sino que escuchamos música juntos! También, tuvimos la suerte, al día siguiente del concierto,  de golpear el muro para derribarlo.

Cuando regresé a México, orgullosísima, le enseñé a mi papá las piedras del muro que había yo golpeado con tanta fuerza para tirarlo y después de escuchar mi relato y tocar mis piedras, mi papá me dijo: “Que seas capaz de derribar todos los muros que se levanten contra ti en tu vida.”  Me quedé helada y le dije: “¡Papá, siempre me dices unas cosas tremendas!” Y me abrazó.

Hoy en la mañana, me tocaba nadar 10 kilómetros de entrenamiento. Nadar este kilometraje siempre requiere de mucha concentración,  esfuerzo y lo más importante muchas ganas y que tu cabeza no te gane… y justo cuando voy a la mitad del kilómetro 7,  ya estaba cansada, con mucha hambre,  con ganas de aventar las paletas y salirme de alberca, ¡me cae el veinte!  En ese momento, ¡entendí las palabras de mi papá! Hoy, quiero ser capaz de derribar tantos muros haya en mi vida, muros de inseguridad, de angustia, de desconfianza, de duda, de temor por el futuro, y así como fui capaz de golpear esa pared durante horas, hoy ser capaz de derribar todos esos muros que impiden que siga creciendo y siga adelante.

Me parece que hoy es buen momento, para todos, antes de que termine el año de derribar los muros que nos detienen y nos impiden escuchar música,  seguir nadando y seguir creciendo para hacer realidad nuestros sueños.

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Mi hermana Aline y yo, golpeando el Muro de Berlín para derribarlo..
Mi hermana Aline y yo, golpeando el Muro de Berlín para derribarlo..

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